La recompensa por la validación de nuevo bloques en la red de Bitcoin se reduce a la mitad cada cuatro años. En 2020 tuvimos el tercer halving, que dejó la recompensa de bitcoins en unas 6,25 unidades por bloque minado.

Pero mientras que la cantidad de unidades se reduce, el poder de hash se mantiene o crece. Por lo tanto, la dificultad (que es dinámica) de la red para ser minada aumenta para mantener constante el número de bitcoins en la recompensa.

A diferencia de sus inicios, cuando la minería era muy simple pero el precio del bitcoin era muy bajo, a medida que pasa el tiempo se vuelve más escasa la cantidad de bitcoins nuevos a crear, por lo cual es muy probable que su precio tienda a subir.

De esta forma, si bien la cantidad de unidades nuevas se reduce, el valor en dólares expresado por esas unidades se mantiene o sube ostensiblemente, lo que hace que la minería de Bitcoin siga siendo rentable si se hace de la forma adecuada.

Atrás quedaron las épocas de poder minar bitcoins sólo con GPU desde nuestro cuarto. Hoy la minería es una actividad profesionalizada y altamente competitiva.