Cuando hablamos del sistema financiero, podemos pensarlo como una rueda que necesita del movimiento constante de sus participantes para mantenerse en marcha. Las inversiones son un engranaje clave de este mecanismo, y los rendimientos que generan son el incentivo principal para que las personas decidan poner su dinero a circular dentro del sistema.
Técnicamente, el término “rendimiento” se refiere al resultado de una inversión en un período determinado, expresado como un porcentaje del capital inicial. Ese resultado puede ser ya concretado o a futuro, además de poder arrojar resultados positivos (ganancias) o negativos (pérdidas), según Lite Finance.
Los rendimientos pueden generarse, por ejemplo, simplemente al depositar dinero en una cuenta bancaria que paga intereses, como una cuenta remunerada o un plazo fijo. También pueden surgir de operaciones más complejas, como la compra y posterior venta de acciones, bonos u otros instrumentos financieros.
¿Por qué deben existir los rendimientos?
Si la gente decidiera dejar su dinero guardado en casa, el sistema financiero de un país o región se paralizaría. Y con él, sufriría también la economía en general.
Esto no quiere decir que el ahorro sea perjudicial; al contrario, es una práctica elemental. Pero para que el dinero no quede inmovilizado, es necesario canalizarlo hacia actividades que impulsen el desarrollo económico.
Las inversiones son necesarias porque —en muchas ocasiones— ponen ese capital “estancado” a disposición de personas o instituciones que pueden destinarlo a actividades productivas, como industrias, construcción u otros proyectos empresariales.
De este modo, todos tienen la posibilidad de ganar. El inversor puede ganar dinero a partir de los rendimientos que le genera su aporte inicial, mientras que quien recibe el préstamo podría dedicarlo a actividades que le permitirían generar más ingresos a largo plazo. Así es como la rueda de la economía y las finanzas sigue girando.
Rendimientos cripto: la evolución del sistema financiero
Algunas formas tradicionales para obtener rendimientos son el plazo fijo, los bonos y los fondos de inversión. Como seguramente ya sabés, el plazo fijo consiste en depositar dinero en una cuenta por un tiempo determinado a cambio de intereses pactados previamente.
En tanto, los bonos son títulos de deuda emitidos por gobiernos o empresas. Se compran a un valor determinado y pueden venderse posteriormente; en algunos casos, generan una ganancia si el precio sube, aunque también existe el riesgo de que su cotización baje.
Finalmente, los fondos de inversión son un instrumento mediante el cual una entidad financiera reúne fondos de muchos inversores y los invierte en diferentes activos (acciones, bonos y otros). Esto suele conllevar gastos de gestión y, al igual que con los bonos, los resultados positivos no están garantizados.
Las herramientas financieras del ecosistema cripto se basan en el mismo principio: “poner el dinero a trabajar”. Esta evolución da lugar a nuevas formas de generar rendimientos, como el staking, los préstamos en plataformas DeFi (finanzas descentralizadas) o el yield farming, que toman el concepto clásico pero lo adaptan al nuevo paradigma digital.
Ejemplos de rendimientos cripto
Los rendimientos en cripto pueden variar según la plataforma y el método que elijas. En la app de Ripio, por ejemplo, podés elegir entre rendimientos automáticos, que son fáciles de activar y no exigen que hagas más nada para generar ingresos pasivos; y se generan de forma diaria, y los rendimientos manuales, con los que podés elegir vos mismo qué criptomoneda depositar y en qué protocolo.
Por ejemplo, si depositas UXD en el protocolo Capyfi a través de Ripio, podés obtener un rendimiento anual del 10% (dato de mayo 2025). Otras criptomonedas estables, como USDT, DAI y USDC —también disponibles en Ripio— tienen un rendimiento anual de entre 5% y 6% (datos de mayo 2025) en protocolos como Aave, Yearn, Compound y el ya citado Capyfi.
Los rendimientos citados suelen ser superiores a la mayoría de los rendimientos en dólares que podemos encontrar en las entidades financieras tradicionales, que al día de hoy rondan el 2% anual (datos publicados por Banco Galicia en mayo de 2025.). Claro que hay excepciones, como el Dow Jones (12% en 2024) y el S&P500 (21% en 2024, ambos según Yahoo! Finance.).
Aparte, existen también muchas alternativas descentralizadas en las que los usuarios de un protocolo (quienes depositan y quienes requieren fondos) interactúan entre sí con la intermediación de un contrato inteligente. En estos casos, se elimina a cualquier empresa u organización como intermediaria, pero existen riesgos relacionados a la seguridad del contrato y el protocolo, además de la volatilidad intrínseca de ciertas criptomonedas y tokens.
En definitiva, en una época de revolución tecnológica como la actual, las criptomonedas democratizan el acceso a herramientas financieras que antes eran lejanas para muchos. Las opciones son muy variadas, y por eso te recomendamos hacer tu propia investigación y recurrir siempre a plataformas probadas y con reputación en el sector.
El contenido proporcionado en este artículo es únicamente con fines informativos y/o educativos. No constituye asesoramiento financiero, legal, fiscal o de inversión. No debe interpretarse como una recomendación para realizar ninguna acción en particular.
Antes de tomar decisiones financieras, de inversión o comerciales, consulte a un asesor y/o a un profesional en el área relevante.Los activos digitales pueden tener una cotización altamente volátil. Ripio no efectúa ningún tipo de representación o garantía sobre la posibilidad o conveniencia de utilizarlos como inversión.