Bitcoin y Trump, ejes del mercado en el albor del año
Bitcoin alcanza un nuevo máximo con Trump en la Casa Blanca. XRP, Solana y Dogecoin también brillan en un mercado cripto impulsado por novedades clave.
Análisis técnicos
La llegada del 2025 trajo buenas noticias para el mundo de las criptomonedas, y varias de ellas ya tuvieron consecuencias en el mercado. Claramente, el foco de estos acontecimientos ha sido Estados Unidos, con la asunción del nuevo presidente Donald Trump el 20 de enero.
Bitcoin reaccionó de forma inmediata al arribo de Trump a la Casa Blanca: el mismo día de la asunción del mandatario republicano, la principal criptomoneda alcanzó un nuevo “ATH” (“All-Time High” o precio máximo histórico) de USD 109.114.
El fundamento de esta expectativa alcista en los mercados tiene que ver con las promesas de Trump que podrían beneficiar ampliamente a las criptomonedas.
Por un lado, prometió crear una reserva de fondos en Bitcoin. Este compromiso se concretó rápidamente, mediante una orden ejecutiva firmada el 23 de enero. Por otra parte, Trump se mostró a favor de legislaciones que promoverían la minería de criptomonedas, una actividad muy regulada en algunos Estados actualmente. Hester Pierce, comisionada de la SEC, será la encargada de materializar estas leyes.
A diferencia de Bitcoin, ETH todavía no alcanza el potencial esperado, dicen algunos analistas. Si bien la segunda criptomoneda más capitalizada del mercado cotiza por sobre los USD 3.000 desde noviembre, no ha roto la barrera de los USD 4.000 —aunque estuvo muy cerca el 16 de diciembre. Igualmente, hay expectativas por la demanda que los ETF aprobados el año pasado puedan despertar en la primera parte de 2025.
Además de Bitcoin, otra criptomoneda que no perdió el tiempo fue Ripple (XRP). Este criptoactivo, al que se lo suele llamar “la criptomoneda de los Bancos”, alcanzó un precio máximo histórico de USD 3,39.
XRP ha mantenido durante años un enfrentamiento judicial con la SEC (Comisión de Bolsa y Valores), organismo que pretende —al menos bajo la administración pre-Trump— catalogar a la criptomoneda como “valor”. Esa etiqueta supone disposiciones legislativas mucho más estrictas que las que aplican a otras criptomonedas de su tipo.
Tras la salida de Gary Gensler como presidente de la SEC, se espera un liderazgo más favorable para los planes de la criptomoneda, que ahora es Top 3 del mercado, con una capitalización de USD 179.500 millones. Como si eso fuera poco, existe una solicitud de aprobación de un ETF que podría atraer fondos por más de USD 8.000 millones a XRP.
Otras altcoins a las que debemos seguir de cerca son Solana (SOL) y Dogecoin (DOGE). Tanto estas como las criptomonedas de las que hablamos antes están disponibles en Ripio, la plataforma con más liquidez en América Latina para el comercio de criptomonedas.
SOL espera por Firedancer, una actualización técnica importante relativa a sus nodos validadores, mientras que se posiciona como “terreno fértil” para la proliferación de memecoins. El 19 de enero, SOL alcanzó un ATH de 290 dólares, impulsada por transacciones que superaron ampliamente marcas históricas en su red blockchain. Trump tuvo mucho que ver con ello (no el político, sino la criptomoneda sobre la que hablaremos más adelante).
En tanto, se estima que DOGE también podría enfrentar meses alcistas este año. Como sabemos, la criptomoneda reacciona fuertemente a las apariciones públicas de Elon Musk, el empresario dueño de Tesla, Starlink y SpaceX. Ahora que ocupa un cargo en el gobierno de Trump (en un departamento no casualmente llamado DOGE, enfocado en la eficiencia estatal), puede que ese efecto sea todavía mayor, en el marco de un gobierno que se define muy “crypto-friendly”.
Además de las altcoins tradicionales que detallamos en el punto anterior, el mercado de criptomonedas siempre nos deja lugar para alguna memecoin que acapara todas las miradas. Como no podía ser de otra forma, la de enero de 2025 tuvo que ver con Estados Unidos y su nuevo presidente.
La criptomoneda Official Trump (TRUMP) surgió como una memecoin —una criptomoneda basada en una broma o meme, sin fines técnicos— el 18 de enero. Creada en la red de Solana y promovida directamente por el flamante presidente estadounidense, acumula una capitalización de USD 5.470 millones en apenas una semana de vida.
La brutal volatilidad de TRUMP destaca —una vez más— el riesgo que supone comerciar este tipo de activos. Luego de su máximo histórico de USD 75,35 el 19 de enero, ya ha caído un 65% desde ese valor al momento de redacción de este artículo.
En definitiva, el año que recién comienza promete traer consigo varios hitos para el mundo de las criptomonedas. A la promesa de Trump de convertir a Estados Unidos en “líder mundial en criptomonedas e inteligencia artificial” podrían sumarse reacciones de otros países y del sector privado.
Sin dudas, vale la pena sentarse a seguir de cerca los acontecimientos. Tené en cuenta siempre estos grandes eventos suelen conllevar volatilidad, por lo que la responsabilidad es esencial a la hora de operar con cualquier criptomoneda.