Los ojos del mercado vuelven a apuntar a Bitcoin
Octubre trajo un nuevo máximo histórico para BTC y renovó el interés. Repasamos factores clave, riesgos y contexto macro. Leé la nota completa.
Análisis técnicos
Después de algunas semanas de salida de capital, la criptomoneda retomó el rumbo alcista en octubre. Bitcoin incluso alcanzó un nuevo precio máximo histórico ("ATH", por sus siglas en inglés), por encima de los USD 126.000.
En este mismo espacio, reportamos en septiembre de 2025 un movimiento de salida de las ballenas (cuentas con más de 1.000 BTC en su poder) por un total aproximado de 100.000 Bitcoins. Además, los indicadores técnicos señalaban un crecimiento del capital en las criptomonedas alternativas o “altcoins”.
No obstante, la tendencia cambió a fines de ese mes. En 7 días, el precio de Bitcoin subió desde los USD 109.000 hasta el nuevo "ATH", registrado el 6 de octubre.

Los principales catalizadores volvieron a ser el ingreso de capital institucional a través de los ETF (fondos cotizados en bolsa) de Estados Unidos y una posible subvaloración de BTC en comparación con el índice Nasdaq (que agrupa acciones tecnológicas de EE.UU). Según modelos que comparan ambos mercados, Bitcoin “debería” valer más si siguiera la misma tendencia que el Nasdaq.
Ambos factores se suman a una creciente estabilidad geopolítica. Todos juntos, se traducen en una absorción de bitcoins del mercado por parte de capitales institucionales. Se calcula que se absorben diariamente unos 10.000 BTC en promedio, mientras que el suministro de monedas minadas en el mismo periodo es de 450 BTC. Como la demanda supera a la oferta, el precio tiende a subir.
Pese a los condicionantes alcistas que mencionamos, Bitcoin estuvo rondando el soporte de los USD 110.000 en los últimos 10 días. El índice de “Miedo y codicia” (“Fear and Greed Index”) se encuentra en 28 puntos, que refleja “miedo” en el mercado, y es un valor que no se tocaba desde abril de 2025.
La causa detrás de esto es una caída temporal en el mercado bursátil estadounidense, luego de que dos bancos regionales importantes como Zions Bancorp y Western Alliance Bancorp anunciaran pérdidas millonarias por la cancelación de préstamos potencialmente relacionados con fraudes.
El caso generó preocupación sobre la solidez crediticia en el sector bancario y afectó a los mercados. Las acciones de los bancos en cuestión llegaron a caer un 15%. Como suele ocurrir, el mercado de las criptomonedas sintió la corrección.
En este contexto, el oro alcanzó un precio máximo en su historia de USD 4.356 por onza el 20 de octubre. Sin embargo, las ventas generalizadas ya causaron una caída del 6% desde ese pico, a una semana del récord.
Pese a los altibajos, hay una narrativa que se fue confirmando en el transcurso del año: ante la inestabilidad geopolítica y la fragilidad de las políticas monetarias, los grandes inversores ven en los metales preciosos y en Bitcoin, el “oro digital”, dos refugios de valor importantes y confían en ellos.
La carrera alcista que se preveía para las altcoins a fines de septiembre quedó trunca casi sin haber comenzado, pese a que todo estaba dado para ello. Ether (ETH) había llegado a un "ATH" en agosto y las principales criptomonedas superaban a Bitcoin en rendimiento en un lapso de 90 días.

A pesar de todo, se terminó repitiendo una fórmula ya conocida: ante la primera señal bajista, los actores del mercado vuelven a Bitcoin, este recupera los capitales que migraron previamente y, si se dan las condiciones, reinicia su tendencia alcista. En este caso se dieron esas circunstancias, y el mercado en general tuvo una recuperación.
Como ocurrió en gran parte del año, hay expectativa de que el envión “bullish” se sostenga. Dependerá en gran medida de nuevos anuncios económicos del gobierno estadounidense, todavía en “lockdown” o “cerrado” al escribirse estas líneas, y la posterior reacción del mercado. La consolidación del acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia puede ser otro punto a favor.
Por último, pero no menos importante, debemos tener en cuenta que siempre puede haber imprevistos que afecten al mercado y que no se puede predecir con exactitud qué pasará en lo que queda del año. Tenelo siempre en cuenta al planificar tus movimientos financieros y hacé tu propia investigación antes de cualquier decisión.