Las criptomonedas son una fuente de libertad financiera: a través de ellas, sus usuarios pueden tener control total de su dinero. Esto se debe a que no existe ninguna persona o entidad que regule el sistema monetario de este ecosistema.
Pero esto, además de ser la gran ventaja de los activos digitales, por otro lado deja toda la responsabilidad sobre la protección y seguridad de los fondos a cargo de sus propietarios.
Por eso es que hoy queremos compartirte algunos complejos simples pero fundamentales para operar de forma segura con monedas digitales.
El conocimiento es poder
Con la popularización de las criptomonedas y las recientes subidas de precios, muchas personas entraron al mercado sin tener demasiado conocimiento sobre cómo funciona la tecnología.
La esperanza de un retorno alto de la inversión se puso por delante del análisis racional del sector. Y guiados por impulsos, no son pocos quienes compran estos activos digitales sin conocer sus reglas básicas de seguridad. Muchas personas, incluso, lo hacen sin comprender del todo qué es una criptomoneda.
Si te interesa participar responsablemente de la nueva economía, contemplá que cuanto más conocimiento tengas, más maduras van a ser tus decisiones, no solamente respecto de tus inversiones sino también sobre la seguridad de tus activos.
Conocer el funcionamiento de las principales billeteras y sus diferentes tipos, o saber cómo elegir una clave privada y contraseñas fuertes, o cómo hacer un backup de tu llave privada, son temas muy importantes para cualquier participante del universo cripto.
Para aprender más sobre estos y otros asuntos, recordá que podés leer todos los artículos de nuestro Launchpad, que incluyen textos, videos y guías.
Cómo usamos internet
Algunas personas andan sin cuidado por internet: clickean cualquier link que les aparece, abren mails dudosos, bajan programas de fuentes no confiables o entregan datos en formularios sin reflexionar sobre ello.
Otros cuidan su vida digital tanto como su rutina real: mantienen limpias sus computadoras como si fueran su casa, organizan sus archivos como hacen con sus documentos físicos y no descargan programas sospechosos así como no dejarían entrar a desconocidos a su hogar.
Es evidente que el uso de criptomonedas es más seguro para las personas prudentes en sus rutinas online. Así también, para los más despreocupados por las buenas prácticas digitales, la posibilidad de una “contaminación” de sus dispositivos es mayor.
Existen diversos virus y prácticas desleales que roban nuestros datos e, incluso, pueden atacar los saldos de nuestras billeteras de criptomonedas. Por lo tanto, es necesario que reflexiones sobre la forma en que usás internet, y que revises que estés tomando las medidas básicas necesarias para no quedar desprotegido.
No inviertas en criptomonedas desconocidas
Justamente por no poseer un órgano central de regulación, hay quienes usan los activos digitales para atacar y defraudar a personas con poco conocimiento del mercado.
Rechazá cualquier oferta que te prometa lucros astronómicos, y mantenete alejado de toda propuesta de la que tu sentido común te haga dudar. Al igual que el mundo real, la nueva economía digital tiene sus propios criminales, que intentan engañarte para hacerse con tus fondos.
Para quienes están iniciándose en este mercado, la mejor opción es comprar criptomonedas directamente en empresas con buena reputación y trayectoria, como por ejemplo Ripio, tu puerta de entrada al mundo cripto.
Si tenés más dudas sobre cómo protegerte al operar con criptomonedas, podés comunicarte con nosotros.
El contenido proporcionado en este artículo es únicamente con fines informativos y/o educativos. No constituye asesoramiento financiero, legal, fiscal o de inversión. No debe interpretarse como una recomendación para realizar ninguna acción en particular.
Antes de tomar decisiones financieras, de inversión o comerciales, consulte a un asesor y/o a un profesional en el área relevante.Los activos digitales pueden tener una cotización altamente volátil. Ripio no efectúa ningún tipo de representación o garantía sobre la posibilidad o conveniencia de utilizarlos como inversión.