Una mirada al 2020 del ecosistema cripto

El año que está terminando agregó muchas páginas a los libros de historia, entre las crecientes tensiones políticas y comerciales, los desafíos económicos y, por supuesto, la pandemia de covid-19.

Algunos de estos acontecimientos, junto a otros propios del ecosistema, generaron movimientos en Bitcoin, Ethereum y la mayoría de las criptomonedas, como vamos a revisar en este artículo.

Además, en este video te resumimos el alcance de todas estas situaciones y algunas otras que anticipan el panorama cripto para 2021, luego de un 2020 que por ahora quedó marcado por el nuevo récord histórico del BTC en 24241 dólares.

‍La pandemia de covid-19

‍Sin dudas, el coronavirus es un quiebre en la historia contemporánea que no solo generó una crisis sanitaria mundial sino que además agravó muchísimo los problemas económicos.

Para minimizar los efectos de la pandemia, los gobiernos están emitiendo grandes cantidades de dinero fiat (monedas estatales como el peso o el dólar) que se inyectan mediante programas de asistencia y rescates económicos tanto a los sectores empresarios como a los estratos más pobres de la población.

Pero esta emisión de moneda genera inflación y perjudica la confianza en los gobiernos.

Ahí entraron con fuerza Bitcoin y otras criptomonedas con emisión controlada, ya que en un contexto así la norma de que nadie pueda emitir más criptos que las que el código de la red permite contribuyó a una mayor adopción de estos activos digitales, y ayudó a que todo el ecosistema se valorice.

‍El problema de la volatilidad

‍El 12 de marzo de 2020, mientras muchos países preparaban sus entradas a cuarentenas estrictas, la principal criptomoneda del mercado tuvo una aterrorizante caída del 37% en un único día, en paralelo al bajadón de los mercados tradicionales.

Esa semana, la desvalorización del bitcoin llegó a ser del 50%, haciendo caer su precio por debajo de los 5000 dólares, una cifra que venía funcionando como un soporte fuerte. El precio de las altcoins también se desplomó.

A lo largo de los meses, diversas razones internas al mercado cripto (el halving de bitcoin o el movimiento DeFi, por ejemplo) y otras externas llevaron primero a una recuperación y luego a una nueva temporada récord, fundamentalmente para Bitcoin, que alcanzó su precio máximo histórico sobre el fin del año.

Ambos movimientos, la fuerte caída y el pirotécnico ascenso, volvieron a dejar en evidencia que la volatilidad sigue siendo un factor determinante al decidir cómo y cuándo operar con cripto.

‍La adopción de los inversores institucionales

‍En una encuesta de finales del Q3 entre inversores institucionales, el 26% aseguró que en los próximos cinco años invertirá fuertemente en criptomonedas, mientras que otro 64% prevé aumentar ligeramente su inversión en este tipo de activos digitales.

En un contexto de dudas e inseguridades, el cierre del año tuvo a muchas instituciones financieras importantes, entre ellas bancos, tarjeteras y servicios de pago, desembarcando fuertemente en las criptomonedas como una opción para colocar parte de sus inversiones.

Tal es el caso de Square, una empresa de servicios financieros reconocida por tener como CEO a Jack Dorsey, cofundador de Twitter. O también de fondos como Stone Ridge o la desarrolladora de software MicroStrategy.

La masiva entrada de inversores institucionales a las criptomonedas es muy importante porque señala la madurez y el crecimiento del sector.

‍Qué esperar para 2021

‍Los movimientos de finales de 2020 ya indican el crecimiento en la adopción de las criptomonedas para el año próximo.

Por ejemplo, los clientes de PayPal podrán usarlas para comprar en las más de 26 millones de tiendas donde es aceptada. Además, se está preparando una tarjeta de crédito Visa con devoluciones en bitcoins.

Por todas estas razones, e incluso ante todos los problemas que trajo consigo, 2020 ha sido un excelente año para el mercado de las monedas digitales.

Y el futuro de las criptomonedas se ve incluso más promisorio.

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