El anuncio de que Facebook cambia su nombre por Meta e intenta pasar de ser una red social a una plataforma del metaverso acercó este concepto a grandes públicos, pero es algo de lo que ya se viene hablando hace tiempo en el nicho cripto. Y si bien empezó como un espacio teórico, inspirado en la ciencia ficción y los videojuegos, se vuelve cada vez más concreto gracias a algunas experiencias que ya están listas para que las pruebes.
De hecho, hay casos de comunidades virtuales como Decentraland, que viene popularizando y poblando el metaverso hace años. Y el boom reciente de los videojuegos Play-to-Earn, con proyectos como Axie Infinity, también amplió el alcance de esta idea y fue pavimentando el acceso al metaverso.
¿Qué es, entonces, el metaverso?
El metaverso es un entorno digital persistente. ¿Qué quiere decir esto? Primero, fijate que dijimos "el metaverso" y no "un metaverso". Es que el metaverso es uno solo, como internet. Aunque del mismo modo que la web, también está integrado por muchos productos, proyectos, plataformas, servicios, empresas, juegos, comunidades.
Este espacio es digital, es una virtualización. Visualmente, la manera más común de describirlo es como si fuera el universo 3D de un videojuego online: Fortnite, por ejemplo. Solo que es muchísimo más grande, y no tiene límite para la cantidad de usuarios. Este metaverso funciona en línea y está siempre operativo, así haya un usuario, miles o ninguno. Por eso se dice que es persistente.
Este espacio digital es tan grande que puede tener diferentes ambientes, mundos, comunidades, ciudades... en definitiva, espacios o experiencias, cada una con su propio diseño, cultura y economía. Así como en internet pasamos de ver un video en YouTube a charlar con alguien en Telegram, luego entramos a una reunión laboral vía Meet y terminamos el día abonando cuentas en MercadoPago, lo mismo pasa en el metaverso.
Este espacio virtual 3D y en línea permite reemplazar o complementar muchos aspectos de la vida. ¿Cómo? Mediante un avatar. En lo que ve el usuario común, el metaverso permite pasear nuestro personaje por el multiverso (ayudado de dispositivos de realidad virtual y aumentada) para interactuar, comerciar, resolver problemas, divertirnos. Lo que queramos.
En el metaverso puedes trabajar, jugar, comerciar, socializar, aprender. Puedes enterarte de cosas, mostrar tus creaciones, sumarte a comunidades y grupos por intereses, consumir contenido, explorar ese mundo 3D, encontrar pareja, tradear cripto. Solo que todo eso ocurre en un entorno más vivo, inspirado en los videojuegos multijugador y en las redes sociales, y que además funciona de forma descentralizada, como las redes blockchain.
Un universo hecho de universos
El multiverso está integrado por propuestas variadas, que sirven para cosas distintas. Por eso, no todo el metaverso se ve igual. Cualquiera puede desarrollar su aporte y darle su propia forma y estética. Fortnite puede ofrecer su experiencia, Axie Infinity puede tener otra completamente distinta, y Decentraland la suya. Como si fueran diferentes continentes, lugares, mapas o pantallas de un mismo universo 3D. En otro espacio, las bandas pueden hacer recitales virtuales, en otro funciona una comunidad para tener cybercitas.
El metaverso es un espacio nuevo para la interacción humana, donde no existen los límites físicos. Es una nueva forma de red globalizada, como internet. Solo que no se "navega" ingresando textos, sino que se pasea y se interacciona, más a la manera de un juego.
Este entorno digital combina tareas del mundo concreto, como trabajar o estudiar, con todo lo que tiene que ver con el esparcimiento, la curiosidad, la cultura y el juego en sus versiones digitales. Pero además está el componente económico y financiero: en el metaverso se compra, se vende, se tradea, se alquila, se cobra y se paga. En ese contexto, las criptomonedas son una herramienta perfecta para esta nueva forma de comunidades digitales.
La importancia cripto en el metaverso
La referencia directa a los juegos online no es solo por su estética. Además de eso, los videojuegos nos acostumbraron a las economías digitales, a las microtransacciones, a los eventos y a las interacciones sociales mediante avatares.
Los tokens y las criptomonedas funcionan en el metaverso de su mejor modo, ya que todo se reduce a interacciones y operaciones digitales. El uso más evidente es que las cripto son la moneda por defecto del metaverso.
Los tokens no fungibles son otro elemento clave. Pueden ser nuestro personaje (un CryptoPunk puede ser tu avatar y un Axie tu mascota), pero también funcionan como pase de entrada a ciertas experiencias o como carnet de participación de cierta comunidad. Hay algunas experiencias que permiten comprar una parcela en este metaverso, que se representa con un NFT. También son tokens no fungibles las obras de arte digital de los museos virtuales del metaverso. Y muchos otros usos que puedes revisar en este artículo.
Ten en cuenta que el metaverso es un entorno puramente virtualizado, por lo cual la identidad cotidiana puede o no ser relevante. En ese sentido, los NFT y las herramientas que te permiten gestionar direcciones cripto son fundamentales, porque permiten validar derechos de propiedad, la disponibilidad de fondos y hasta la identidad digital elegida.
Los casos de Axie Infinity y Decentraland
Axie Infinity fue creado en 2018 por Sky Mavis, y consiste en criar y hacer luchar criaturas conocidas como Axies, que son tokens no fungibles. Estas criaturas pueden ser usadas en batallas contra otros jugadores o contra la inteligencia artificial del juego. Cada triunfo entrega una cantidad de SLP, un token fungible con el que el juego recompensa el tiempo y esfuerzo que invertimos en él. Sumando SLP y AXS, el token de gobernanza, puedes cruzar dos criaturas para tener un nuevo axie NFT de tu propiedad. Recuerda que en Ripio puedes comprar tanto SLP como AXS.
Decentraland es una plataforma social VR creada sobre Ethereum. Un mundo virtual donde se crean avatares, se interactúa y se realizan tareas. Parte central del juego es la compra de parcelas donde se puede construir eligiendo formato, materiales, diseño, todo en una parcela NFT que queda registrada en blockchain. La economía de Decentraland se basa en MANA, el token del juego, que también puedes conseguir en Ripio.