Qué es un token
Un token ("ficha" en inglés) es un objeto físico o digital que representa valor o utilidad para cierta comunidad o en determinado ambiente, más allá de que tenga o no ese valor por el material del que está hecho. Por eso, depende del consenso entre quienes participan de ese grupo o contexto, que están de acuerdo en reconocer su valor.
Un ejemplo son las fichas de casino: una de 100 dólares no vale, en sí, esos 100 dólares; pero desde clientes a empleados, están de acuerdo con que tal circulito de plástico equivale a 100 dólares, al menos puertas adentro del casino. Es similar lo que pasa con los billetes: uno de 1000 pesos argentinos representa esa cifra en los comercios del país, aunque su costo en papel y tinta sea menor.
En definitiva, los tokens representan otra cosa, están en su lugar. En operaciones comerciales y financieras, hay muchos motivos para usar objetos en reemplazo del original, sobre todo para los casos de tokens digitales, como la comodidad de transportarlos, la facilidad de transferirlos o la capa de seguridad extra al no exponer la información o el activo de base.
Evolución del concepto y el uso de tokens
El uso de tokens o fichas no solo es previo a las criptomonedas, es anterior a las monedas fiat de todo el mundo. En la antigua Roma se usaban fichas de metal como entrada a los burdeles. Los monasterios medievales pagaban reparaciones y otros servicios con tokens. Durante los siglos XVII y XVIII, el comercio entre Estados Unidos y el Imperio Británico se resolvía también con vales.
Pero, incluso después de que apareciera el dinero oficial, las fichas se siguieron usando en ámbitos específicos. Las de transportes, llamadas cospeles, valían para un viaje. Las de teléfonos públicos, para hacer llamadas. Aún se usan las de estacionamientos, máquinas de videojuegos o casinos. Siempre para lo mismo: representar valor o utilidad dentro de un entorno o para determinada comunidad.
Ahora, con el desarrollo de la computación e internet, se van volviendo más populares y frecuentes los tokens digitales, que pueden ir desde ítems de videojuegos o créditos para plataformas online, hasta los tokens de seguridad 2FA que permiten usar apps o los códigos QR que se están volviendo una costumbre para entradas al cine, a recitales o a la cancha.
Aunque los tipos de tokens más revolucionarios de la actualidad son los tokens cripto.
Los tokens del ecosistema cripto
En el mundo blockchain, los productos más típicos, como las criptomonedas y los NFT, son tokens con valor o utilidad en cada comunidad o proyecto. De hecho, NFT es la sigla de "tokens no fungibles" (únicos e indivisibles, como las canciones o las pinturas). Mientras que las criptomonedas son tokens fungibles (equivalentes, intercambiables y divisibles, como los pesos o dólares).
En cripto hay muchos tipos y usos diferentes para tokens: algunos sirven como billetes, otros como vales, o para representar algún bien. Unos tienen valor económico, y otros no pero ofrecen alguna utilidad. Están los que tienen funciones específicas, y los que cumplen casi todas a la vez.
Todos estos tokens se generan a partir de código de programación escrito en formato de smart contracts, y se utilizan en entornos blockchain, donde pueden funcionar como tickets de entrada, como vale de participación en una asamblea, como dinero digital, como coleccionables o como medio de intercambio por otros productos cripto o servicios web3.
Por ejemplo, RPC o Ripio Coin es un token que tiene un valor económico, pero además una utilidad para usuarios de Ripio: obtener descuentos en las comisiones al operar. Los holders de RPC además concursaron hace poco por un viaje a Qatar para alentar a la Selección.
Diferencia entre tokens y criptomonedas
Si bien todos son tokens, en el ecosistema cripto ese concepto se usa para los que funcionan sobre blockchains ajenas o preexistentes, como las stablecoins USDT o DAI o altcoins como SHIBA (Shiba Inu) o UNI (Uniswap), que corren en Ethereum.
En cambio, a los tokens que funcionan sobre su propia blockchain se los señala con el concepto más específico de criptomonedas, como en los casos de Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH), Solana (SOL) o Cardano (ADA).
Tokenización de activos vía blockchain
La tokenización cripto permite la representación de activos físicos o digitales mediante la creación de tokens, habitualmente sobre una red y base de datos distribuida conocida como blockchain. Esta tecnología, que es la misma que hace funcionar a las criptomonedas, asegura la confiabilidad y la inmutabilidad de los datos asociados al token, como su autenticidad o de quién es propiedad.
Esto es bien notorio sobre todo en el caso de los NFT o tokens no fungibles, que están transformando las nociones de propiedad y gestión de activos. Un ejemplo es cómo les permiten a artistas digitales y creadores de contenido de todo tipo transformar su trabajo en tokens o paquetes de data digital que pueden vender con mayor liquidez. Pero hay todo tipo de casos de uso para NFT.
Por otro lado, ese mismo artista podría crear también tokens fungibles para recompensar a su comunidad de seguidores, que otorguen acceso a algún contenido premium o evento especial, o que permitan votar para elegir el tema de su próximo videoclip. Incluso podría ofrecer otro tipo de tokens cripto, los POAP, como prueba de asistencia a su evento.
Para otros ámbitos, como el deporte, también existen desde los Fan Tokens de Chilliz, tokens fungibles que representan el fanatismo por un club de fútbol; hasta las colecciones de NFT con jugadas míticas de la NBA.
Las posibilidades en cripto son bien amplias, y todo el tiempo se agregan nuevos protocolos que permiten formas distintas de tokenización, como por ejemplo los soulbond tokens, un tipo de token intransferible que se está impulsando desde Ethereum.
Qué se puede tokenizar
Un ámbito donde la tokenización está siendo revolucionaria es en bienes raíces, en la compra-venta de propiedades. Más allá de la cantidad de inmuebles y terrenos en venta, los precios son altos. A escala de un país, apenas se concretan un par de miles de operaciones inmobiliarias al año. El uso de tokens permite resolver ese gran problema de liquidez.
Por caso, al vender un terreno de 40x40 metros (1600 m2), puede ser complicado encontrar un comprador. Pero subdividirlo en 4 lotes de 10x40 (400 m2) para que sean más baratos y poder venderlos implica tener que hacer más trámites y pagos, y tampoco es conveniente. La tokenización permite tanto la propiedad fraccionada como la prueba de propiedad, por lo que hace posible, por ejemplo, crear 1600 tokens que representen cada uno un metro cuadrado del terreno. Los interesados podrían comprar 1 m2, 8 m2, 543 m2 o los 1600 m2.
Luego, se los podrían revender a otros compradores si la demanda sube, o tradearlos en exchanges como Ripio Trade. O podrían quedarse los tokens y participar colectivamente con otros co-propietarios de la toma de decisiones sobre el uso y destino del terreno. Incluso podrían presentarlos como prueba de propiedad para acceder a préstamos, o usarlos como colateral en algún servicio DeFi.
Este es solo un ejemplo de posible uso y, aunque el ecosistema recién está surgiendo, las posibilidades parecen infinitas. Ya es posible tokenizar activos tradicionales, como bonos, casas, participaciones en fondos de inversión, y hasta otros más exóticos como equipos deportivos, obras de arte o perfiles sociales.
Beneficios de la tokenización
Ahora bien, ¿por qué alguien querría tokenizar algo? Las tecnologías más exitosas son aquellas cuyos casos de uso no solo ofrecen una alternativa a la tecnología que ya hay disponible, sino que además aportan mejoras evidentes, alivianan o abaratan procesos.
En el caso de los tokens cripto, el beneficio es claro: proveen una forma rápida y simple para intercambiar la propiedad de activos y bienes tanto físicos como digitales, tangibles e intangibles; y además aseguran que esas operaciones se dan en redes seguras.
- Mayor liquidez: compradores y vendedores pueden operar más rápido y más fácil, lo que elimina la barrera de entrada, aliviana los procesos y aumenta el volumen de operaciones.
- Precios más justos y actualizados: la mayor liquidez permite un mercado más dinámico, con precios actualizados y ajustados a la relación de oferta y demanda de cada momento.
- Menores costos operativos: los activos tokenizados pueden transferirse de inmediato en plataformas y marketplaces que automatizan partes del proceso, ahorrando tiempo y dinero.
- Prueba de propiedad: ningún usuario o propietario puede cambiar la historia de un activo para hacerlo más atractivo o para adjudicarse la propiedad sobre algo que no es suyo.
- Transparencia: las transacciones en redes blockchain suelen ser públicas para todos los participantes de la red, lo que da mejor trazabilidad y aumenta la confianza en los activos.
- Gestión colectiva: muchas personas pueden comprar partes de un activo y agruparse y organizarse para darle uso (por ejemplo, para una casa en una típica zona de vacaciones).
- Finanzas inclusivas: sin intermediarios que decidan quién puede o no operar en un mercado o con ciertos activos, los tokens de blockchain democratizan el acceso financiero.