Descentralización vs centralización
En el nuevo paradigma, las redes están distribuidas mediante software de código abierto, en lugar de controladas por empresas, gobiernos e instituciones.
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La descentralización del valor es un concepto que hace referencia a la multiplicidad de proyectos que crean, mueven, trasladan o fijan valor a través de tecnología abierta, colaborativa y sin intermediarios. El primer ejemplo es Bitcoin, pero alcanza con ver los desarrollos que otras criptomonedas tuvieron en la última década para entender de qué se trata.
El poder de las criptomonedas reside en que ninguna empresa, gobierno o institución regula su crecimiento y desarrollo, sino que es producto del consenso de las comunidades que participan de cada proyecto. El valor que tiene la descentralización es incalculable, pues permite una forma de relación social horizontal, basada en el conocimiento y el entusiasmo por la creación de proyectos disruptivos.
El caso de la evolución del ecosistema de criptomonedas es uno de los ejemplos más claros. En principio sólo existió Bitcoin, pero al ser un software de código abierto de modelo distribuido permitió la creación de un montón de nuevas criptomonedas que siguieron su ejemplo.
Entre esos proyectos apareció Ethereum, que a su vez dio inicio a la posibilidad de tener contratos inteligentes funcionando en una blockchain, lo que recientemente permitió el origen del movimiento de DeFi o finanzas descentralizadas, dónde cada proyecto es interoperable con los demás, en una capa de servicios financieros completamente descentralizados, sin autoridad central ni necesidad de obtener permisos para participar.
Alcanza con revisar la totalidad de capitalización de Bitcoin y Ethereum, o la cantidad de dinero que circula en DeFi, para entender el valor real y potencial de la descentralización.
Esto significa un cambio de paradigma radical respecto del modelo centralizado, ya que demuestra que es posible lograr consenso y acuerdos financieros aún entre personas desconocidas, sin ningún tipo de contacto entre sí.
Además, es una muestra del poder disruptivo que tienen las criptomonedas en tanto que se convierten en una herramienta financiera capaz de alcanzar a personas dejadas de lado por el sistema financiero tradicional.
En ese sentido, estamos ante una de las herramientas de redistribución de riqueza más asombrosas de la Historia.