Entre la aparición de Bitcoin y el comienzo de 2022 mediaron solo 13 años. Sin embargo, en ese corto plazo surgieron más de 17000 proyectos de tokens y criptomonedas.
Pero no todas esas cripto funcionan igual ni sirven para lo mismo. Hay algunas con suministro limitado y otras de las que no hay límite. Están las que operan en blockchains propias y los tokens inscriptos en otras. Unas surgieron para reducir la volatilidad de Bitcoin, otras para realizar operaciones más rápidas. También hay criptos que vienen de protocolos DeFi o de videojuegos NFT. Cada cual tiene sus propias características.
En resumen, ordenar esas 17000 criptos de una forma consistente es tarea difícil, pero a lo largo de esos 13 años fueron surgiendo distintos conceptos que designan a grupos particulares de tokens y criptomonedas, como por ejemplo altcoins, stablecoins y memecoins.
Qué son las altcoins
El primer concepto realmente extendido que apareció fue el de altcoins, literalmente "monedas alternativas". ¿A qué? Bueno, a Bitcoin. Las primeras altcoins fueron Litecoin, Dash, Monero o Ripple, cada una con su propia utilidad, con su distintivo. Incluso Ethereum.
Pero como permite crear smart contracts que a su vez pueden usarse para crear otros tokens, la aparición de Ethereum en 2015 provocó un boom en el ecosistema cripto y la proliferación de decenas, cientos de nuevas monedas.
Cuando solo había 15, 30 o 50, llamarlas altcoins tenía más sentido. Pero actualmente no resuelve mucho tener un concepto que puede designar a más de 17000 criptos a la vez.
Igualmente hay quienes lo siguen usando, aunque ya no para diferenciar "las monedas que no son el bitcoin" sino para referirse a tokens y criptomonedas que no están entre las principales del mercado.
Así, el concepto actual de altcoin es más vago, pero sirve para designar monedas de proyectos emergentes o que todavía no parecen haber alcanzado todo su potencial.
Qué es una alt season
Otro concepto derivado del de altcoins es el de la alt season: temporada de altcoins. A lo largo de su historia, el BTC entró en baja varias veces, y por tiempos sostenidos. En esos momentos, muchos entusiastas e inversores solían retirar sus fondos en bitcoins y pasarlos a otras monedas que sí estaban al alza. Cuando gran cantidad de gente movía su dinero, se decía que se estaba en una alt-season, un período donde convenía apostar a las altcoins.
El mercado fue evolucionando, se volvió más resiliente y diversificado, y distintos motivos (como las grandes tenencias corporativas de criptomonedas) pueden hacer que actualmente todo el ecosistema se mueva más en bloque. En estas primeras semanas de 2022, de hecho, se vio la caída de prácticamente todas las monedas: el BTC, las altcoins, las memecoins. Todas excepto las stablecoins.
Stablecoins, las monedas estables
Uno de los grupos cripto más importantes del ecosistema es el de las stablecoins, criptomonedas consideradas estables porque su precio no depende tanto de la oferta y la demanda, sino que está fijado al de algún otro activo.
Las stablecoins más populares son las que están pareadas al dólar: monedas como USD Tether (USDT), USD Coin (USDC) o DAI tienen un precio fijado en 1 dólar estadounidense. Pero existen stablecoins que empardan su valor con el de otros activos: metales preciosos, cabezas de ganado, parcelas de tierra.
Las stablecoins son súper importantes para el mercado cripto actual, porque permiten resguardar valor en mercados bajistas, y también tienen muchas utilidades en DeFi.
Además, en países con fuertes restricciones monetarias, las stablecoins permiten ahorrar en dólares sin límites de compra ni en el uso.
Si querés un pantallazo rápido de qué son las stablecoins, podés revisar este artículo. Si lo que buscás es información con mayor profundidad, y tenés más tiempo, recordá que podés leer nuestra Guía sobre stablecoins.
Memecoins, una cosa seria
Finalmente, una de las categorías más en boga en el último tiempo son las memecoins o criptomonedas meme, que también se podrían agrupar dentro de las altcoins.
En este caso, son tokens que surgen inspirados en alguna comunidad de internet o incluso directamente en chistes que circulan en ellas, y que aunque no parecen tener una utilidad muy clara suelen seducir a los entusiastas de las criptomonedas.
El caso más distintivo es Dogecoin, la moneda que tiene como mascota al perro asiático shiba inu, y de la que podés leer mucho más en este artículo de blog. Dogecoin surgió como una adaptación del código de Litecoin, con la propuesta de ser una moneda útil para transferir poco valor en corto tiempo y con bajas comisiones.
Luego de la popularización de Dogecoin a partir del runrún generado por personalidades del espectáculo y la tecnología, apareció una andanada de "Dogekillers" o tokens que venían a destronarla de ese lugar de privilegio, buscando ser la nueva memecoin reinante. En ese sentido, Shiba Inu fue la que más se acercó al objetivo, pero existen muchas otras.
El problema de las memecoins es que más allá de los casos más resonantes de DOGE y SHIBA, muchas otras no tienen un proyecto sólido ni muy seguro detrás.
Por eso, como siempre te decimos, no importa si son bitcoins, altcoins, stablecoins o memecoins: siempre ocupate de investigar bien cada proyecto y analizar si te resultan seguros o si funcionan para tus necesidades. Si necesitás una mano para entender cómo evaluar tokens y criptomonedas antes de entrar al mercado cripto, podés revisar este artículo.
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