Si algo bueno tienen las stablecoins es que su valor se mantiene siempre igual. Por esto son muy atractivas para enviar valor a cualquier país, ya que ambas partes pueden tener previsibilidad sobre la equivalencia del monto que envían y reciben.
Cada usuario puede enviar sus tokens a una dirección válida (que funcione con ETH) y así transferir sus stablecoins sin mayor complicación y sin intermediarios.
Una vez que la contraparte recibe los tokens, solo tiene que venderlos para cambiarlos por dinero fiat en su país.
Por ejemplo, se puede enviar o recibir dinero entre Argentina y Estados Unidos, con origen y conversión en pesos o en dólares, mediante el uso de DAI o USDC. Y esto sirve para facilitar las transacciones internacionales tanto de personas físicas como de personas jurídicas.
Cualquier usuario puede comprar una cantidad de stablecoins con la moneda fiat que desee, y luego girar esas criptomonedas estables a una cuenta en el exterior, donde el receptor puede volver a cambiarlas por dinero fiat.

Transferencias y tokens ERC 20
Las transacciones de stablecoins basadas en ERC 20, como DAI y USDC, ya se convirtieron en el mayor vehículo de transferencia de valor de la red de Ethereum, superando incluso a ETH, el token nativo de esa red.
Sin embargo, el costo por transacción en Ethereum se encuentra en aumento, a raíz de la masividad que obtuvo el sector DeFi. En 2020, el precio de las transacciones en ETH subió cerca del 500%.
Si bien esto se puede solucionar, vuelve inconveniente hacer transacciones de montos pequeños. Sin embargo, para grandes sumas de dinero sigue siendo una alternativa excelente a la banca tradicional.