La criptografía es muy complicada. Y minar resulta exigente y costoso. Sin embargo, enviar y recibir bitcoins es casi tan simple como usar efectivo. De hecho, ni siquiera hace falta saber cómo funciona Bitcoin. Solo se necesita alguien que mande, alguien que reciba y un monto en el que estén de acuerdo. Como al comprar con dinero en un kiosco, nadie pregunta códigos postales ni estados civiles.

‍Enviar bitcoins

‍Para enviar bitcoins necesitamos saber la dirección pública de la billetera a la que se los queremos enviar, luego entrar en nuestra wallet, ubicar la función de enviar bitcoins y completar con la dirección que recibirá el envío y el monto. El procedimiento es simple, pero hay que poner mucha atención al escribir estos datos porque en Bitcoin las operaciones son irreversibles.

Si las personas están en el mismo lugar, también se puede escanear el código QR de una billetera. Y actualmente se pueden hacer transacciones con el sistema de contacto NFC. Además, en los sistemas contables basados en blockchains, como Bitcoin, quien transfiere puede elegir distintas comisiones según la urgencia que tenga para completar la operación.

‍Recibir bitcoins

‍Para recibir bitcoins se informa la dirección pública de la billetera propia a quien envía los fondos. No hay que revelar nunca la clave privada. Las wallets generan una dirección pública para cada criptomoneda, y Bitcoin no es la única. Es importante tener cuidado de compartir la dirección de la cripto correspondiente.

Aunque el envío es casi instantáneo, los bitcoins recibidos no se pueden usar recién hasta unos 10 minutos después de la operación. Es el tiempo que lleva que la red valide la transferencia y la agregue a la base de datos. El receptor no necesita estar en línea ni conectado a su billetera: los bitcoins estarán en su wallet la próxima vez que la abra.