El envío de dinero siempre tuvo un costo muy alto para las partes.

Hace siglos se justificaba por el esfuerzo y el tiempo que llevaba trasladar los valores de un lugar a otro, fueran las monedas, el oro, las cabezas de ganado o las especias.

Pero incluso hoy el envío de valores por correo certificado sigue demorando días.

Es verdad que aparecieron nuevos métodos para enviar valor entre personas, con las transferencias bancarias, luego la banca digital y finalmente las apps de pagos. 

Sin embargo, aunque esas operaciones sean digitales y ningún billete se ponga en movimiento, las comisiones aún son altas y muchas veces los plazos son extensos.‍‍

Finalmente están los servicios de envíos internacionales en efectivo, pero funcionan solo en horarios comerciales y son útiles sólo si se tiene uno de sus locales cerca.

Por otro lado, estos servicios le pagan al receptor en moneda local, independientemente de si se le enviaron dólares, euros o pesos.

Todos estos métodos para enviar valor tienen costos altos para quien envía y quien recibe: en algunos casos es monetario (por la comisión cobrada), pero también se paga con el tiempo que se espera para recibir el dinero o la incomodidad de acercarse a una sucursal.‍

Ventajas de Bitcoin para envíos de remesas‍

A diferencia de esos distintos tipos de servicios, Bitcoin permite transferir valor con una breve demora (que va de los pocos segundos a los 10 minutos) y muchas veces sin comisión, o con una muy baja.

Parte de la conveniencia de las criptomonedas es que son convertibles a dinero de curso legal: quien los reciba puede decidir si pasarlas a billetes locales, a monedas más estables como dólares o euros, o incluso a cualquier otro tipo de criptomoneda o valor.

Y uno de los aspectos más notables es que enviando valor con Bitcoin, ese valor nunca pasa por manos de terceros: va directamente de quien envía a quien recibe.