Los gráficos juegan un rol fundamental en el trading, ya que nos muestran la evolución en los precios de nuestros activos. Sin precios, no hay trading posible. Por eso es necesario poder interpretar los diferentes tipos de gráficos para comprender mejor las oscilaciones de precios y aprovechar las oportunidades que se presenten.

‍Gráficos de líneas

‍Son los más conocidos y los más sencillos de leer. En general, sólo tienen en cuenta el precio de cierre de un activo en un día determinado y no tienen en cuenta los de apertura. A diferencia de la bolsa tradicional, los mercados de criptomonedas nunca cierran, por lo tanto el precio de cierre coincide con el fin del día.

Otra de sus características es que se puede ajustar el segmento de tiempo a días, semanas, meses o años. Y son una gran herramienta para los traders principiantes, ya que son de lectura fácil. Aunque su principal desventaja es que aportan información muy limitada.

‍Gráficos de velas

‍Son los más populares para los traders de divisas, porque ofrecen información completa, segura y precisa sobre la evolución del mercado. Los movimientos se representan por medio de figuras rectangulares que muestran el precio de apertura y cierre durante un período específico. Además, tienen dos líneas que marcan el mínimo y el máximo del día. También se puede cambiar su escala de tiempo, para analizar horas y hasta minutos puntuales.

‍Osciladores e indicadores

‍Son herramientas propias del análisis técnico de activos, cuyo objetivo es intentar determinar precios futuros en base a precios anteriores. Es decir, el intento de encontrar patrones de mercado que se repitan.

El análisis técnico debe ser tomado como una herramienta que puede ayudar a comprender los mercados, pero no más que eso. Nadie puede predecir el movimiento de precio de un activo con total seguridad. De existir una herramienta así, ya todo el mundo la estaría usando.

Dentro del análisis técnico, los osciladores ayudan a identificar la tendencia predominante y el sentimiento del mercado. Esto es, si el mercado es alcista (bullish), si es bajista (bearish) y si el resto de los compradores es optimista o pesimista respecto del precio del activo.

También se utilizan para determinar los puntos de inflexión (cambios de tendencia), así como puntos de entrada y salida (compra/venta). Los indicadores técnicos y los osciladores pueden ser herramientas muy útiles, apuntando cuándo se puede abrir una operación, y la dirección hacia la que irá.

Sin embargo, vale la pena recordar que se basan en el pasado, no en el futuro. Esto quiere decir que a veces envían señales falsas que pueden llevar a pérdidas. Por eso, los traders no se fían siempre de ellos, y los utilizan para confirmar o refutar una señal.

Algunos indicadores populares son las medias móviles simples (SMA) y exponenciales (EMA), y las bandas de Bollinger. Mientras que entre los osciladores más conocidos están los MACD (moving average convergence divergence) y los RSI (relative strength index).